domingo, 20 de junio de 2010

#30

Y no tienes fuerza ni siquiera para echarte la bronca por no ser capaz de decirte que si vas con esa idea de ti mismo por la vida vas a acabar mal.

El polvo no va a dejarte respirar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. Irónico, la verdad.

Besos ^3^